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Alguna vez le dijeron que tiene parientes diseminados por Motobu, Nago y Ginoza.
Pero en el reverso de esta foto, en japonés o uchinaguchi, dice Kin. Sabe que sus abuelos vivieron en esa ciudad.
La historia de Okinawa, marcada por tribulaciones…
En el primer plano se ve a la hermana mayor de su padre, apenas pasada la niñez; le calculamos unos trece años. Atrás hay unas varas largas, inclinadas por el viento. Tal vez un cañaveral. Ella mira de frente mientras sostiene un lechón, y lo muestra como si estuviera ofrendándolo a un dios invisible. El viento le lleva la pollera y el pelo hacia el mismo lado que las cañas de azúcar.
A pesar de estas vicisitudes, los okinawenses son fuertes, viven de cara al futuro, siempre afirmando su identidad…
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