martes

Cuando es noche en Okinawa


80

Nunca sé cuándo va a volver. A veces pasan dos o tres días de silencio, pero hasta ahora siempre volvió. Ya aprendí a no ilusionarme. Cuando no la escucho, veo al mundo con optimismo, siento que Guido se fortalece, poco a poco, que la casa es hermosa, que soy muy feliz. Pero aún así aguarda sordo el temor que la presiente, para mañana o pasado, como a una mancha rebelde, como a un fantasma cumplidor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario