domingo

Cuando es noche en Okinawa

51

        Cuando Joel murió hacía frío y lloviznaba. Estaba internado, mejorando de una neumonía. Sonó el teléfono a la madrugada. Con Amparo nos miramos sabiendo que sólo podía ser de la clínica.

     Hacía tiempo que él no tenía trato con su familia y yo tampoco. Tuve que encargarme de avisarles a mis tíos, que se ocuparon de los trámites. No hubo velorio; decidí no ir al entierro.

      Después, un tiempo en el que Amparo y yo no sabíamos cómo seguir juntas, ni cómo separarnos. Después, el viaje solitario por el norte. Después, ya en Buenos Aires, alquilar un departamento. Muy deteriorado. Hacerlo arreglar. Vicente.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario